Ambos esperaban ansiosos que terminase el día laboral para verse después cada noche, estar juntos y no separarse del uno al otro. Por más cansados que pudiesen estar los dos, eso no era inconveniente para volverse locos en su mirar y así su corazón palpitar hasta perder el control. Se amaban, los dos se amaban y hasta un ciego lo podía percibir. Su amor era tan intenso que no importaba nada más que sus manos entrelazar. Mirar las estrellas juntos algo difícil de olvidar,mientras tu admirabas yo te llevaba la contraria solo por el gusto de verte sonreír. Lo amo y es algo que no cambiará ni por la maldita distancia que nos separa. A donde quiera que vayas, hagas lo que hagas estaré esperándote siempre y mi corazón me guiará por éste amor único.
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